Cuando tienes 26 años recién cumplidos, estás recién casado, en un país extraño y no tienes ni dinero ni residencia legal la noticia de que tu reciente esposa está embarazada es un notición, puede ser duro, pero es un notición.
El embarazo y el nacimiento de Vicky supusieron el paso a la adultez, ese rito iniciático por el que los personajes de libro pasan en algún momento del relato. Vicky nos convirtió en una familia cuando antes éramos sólo una pareja.
Yo no tenía ninguna referencia como padre, tuve que inventarme, tuve que crear un padre nuevo desde cero y creo que lo he hecho bastante bien
Al cabo de unos años decidimos que ya era hora de darle una hermana a Vicky, que nos la llevaba pidiendo desde que hablaba, y nosotros nos moríamos de ganas de repetir la experiencia, que a pesar de haber sido inesperada, nos había colmado de amor.
Gi tuvo un aborto retenido a finales de 2007 y en noviembre de 2008 llegó Sofi a nuestras vidas, para completarnos, para cambiar ese abrazo triple por un abrazo cuádruple, que ya suena a un montón de gente.
A diferencia del nacimiento de Vicky (en el Val d’Hebrón donde Gi sufrió violencia obstétrica) para esta oportunidad nos habíamos preparado, íbamos a la Maternitat de BCN con protocolo de parto natural.
Pocas cosas unieron más a nuestra familia que luchar contra los médicos que querían romper bolsa a Gi, a traición, sin esperar el tiempo que Sofi necesitaba para salir. Vencimos y los eché de la habitación. Al final Sofi nació sin médicos, sólo comadronas. Al acabar nos miramos y nos dijimos casi al unísono: EL PRÓXIMO EN CASA
Sofi siempre fue muy de su mami y mi obligación como padre es respetar ese vínculo, por suerte nunca me he sentido desplazado por ello, ni mi masculinidad se vió socabada ni mi tarea como padre es menos importante solo porque ella prefiriese estar con su mami tomando la teta TODO EL TIEMPO, mi labor siempre fue la de apoyarlas y hacer que Gi estuviese cómoda mientras daba alimento y calor a nuestra bebé.
Después de otros 6 años (nótese que dejamos pasar el tiempo entre uno y otro: 2003- 2008-2016) nos convencimos de ir a por el tercero, o tercera que la genética es muy loca.
Rápidamente llego el pequeño Óli y tal como nos habíamos comprometido ocho años atrás nació en casa: os lo recomiendo, es lo mejor que podéis hacer por vuestros hijos!
El primer año de Óli me pilla trabajando desde casa y me siento supercercano a él, tenemos una relación muy especial, lo primero que hace al despertarse es girarse buscándome y cuando llego me viene a buscar gateando. ¡ME ENCANTA!
Los 40 me pillan como padre de una adolescente de 14 años que odia las mates, una enana de 8 que adora los animales (pero no solo los perros, sino los reptiles y los animales marinos) y un bebé de casi un año que nos trae de cabeza y nos ha desmontado la vida (para bien).
Ahora que se acerca el Día del Padre muchas os estaréis preguntando qué regalar al padre de vuestros hijos e hijas, mi recomendación es muy sencilla: algo que ayude al padre y al bebé a unirse, a estar más cerca.
Los padres no llevamos a nuestros hijos en el vientre durante el embarazo, por lo que el vínculo padre/hijo debe construirse, no es innato como con la mamá que lo tiene dentro y le da la teta (en nuestro caso).
Cuando BabyBjörn se puso en contacto conmigo para las #dadstories no lo dudé ni 1 segundo ya que las mochilas portabebés nos han ayudado mucho con nuestros peques
Como padre de 3 mi consejo para el regalo del Día del Padre es una mochila para que papá pueda sentirse muy cerca del bebé, besar su cabecita mientras duerme sin tener que destrozarse los brazos y la espalda, por esto sorteo en mi blog Mr. Roderic una Mochila ONE de la colección primavera-verano 2017 de Baby Björn, dejad aquí debajo un comentario con vuestra historia de paternidad y participad en el sorteo que realizaremos el mismo 19 de marzo de 2017. Tenéis apenas unos días.