Hace un par de años, antes de quedarme embarazada de mi segunda hija, tuve la desagradable noticia en medio de la ecografía de la semana 12, de que mi bebé ya no crecía ni le latía el corazón: había tenido un aborto retenido. El tamaño del embrión era de unas 7 semanas, o sea que llevaba 5 semanas con un embarazo que no progresaba.
Tras el impacto inicial, hablé con el médico, que fue quien me dijo » Tienes ahora, dos formas de seguir: una es someterte a un legrado, y la otra es esperar que la naturaleza siga su curso y tener un aborto natural».
Le hice algunas preguntas sobre MI aborto retenido:
¿Es posible tener una infección si queda dentro?
No, es muy poco probable que tengas una infección si todo está «cerrado».
¿Cuanto tiempo pudo esperar?
El tiempo que quieras, eso depende de ti.
¿Si todo baja solo no necesitaré un legrado?
Lo más probable es que no lo necesites.
Decidí esperar.
Unos 4-5 días después, empecé a tener un sangrado que fue aumentando en intensidad hasta ser una auténtica hemorragia que duró unos días. Reposo relativo y tranquilidad, me recomendaron.
En la ecografía de control que me hice 2 semanas después pudimos comprobar que todo había salido y que al no haber necesitado legrado, podía volver a buscar un embarazo pasada la primera regla. A los 3 meses ya estaba nuevamente embarazada de mi hija menor.
¿Por qué esperar? para que la naturaleza siga su curso, que al igual que cada mes las mujeres menstruamos sin necesidad de ayudas externas, ni legrados, cuando el cuerpo tiene que eliminar lo que ya no necesita lo hace sin más.
¿Cuales son los riesgos de un legrado?
Tal y como indican en esta web :
La dilatación y legrado, también llamado raspado o legrado uterino, se puede llevar a cabo en el hospital o en una clínica, estando bajo anestesia general o local.
El médico insertará un instrumento llamado espéculo en la vagina, el cual mantiene la cavidad vaginal abierta. Se puede aplicar un anestésico en la abertura hacia el útero ( cuello uterino).
La cavidad vaginal se ensancha empleando una varilla metálica y luego se pasa una legra o cureta (un asa de metal en el extremo de un mango largo y delgado) a través de la abertura hacia la cavidad uterina. El médico raspa suavemente la capa interna de tejido, llamada endometrio, y lo extrae para examinarlo.
Los riesgos relacionados con la dilatación y el legrado de un aborto retenido abarcan:
• Punción del útero
• Desgarro o ruptura del cuello uterino
• Cicatrización del revestimiento uterino
Los riesgos debido a la anestesia comprenden:
• Reacciones a los medicamentos
• Problemas respiratorios
Los riesgos de cualquier cirugía son:
• Sangrado
• Infección
¿Qué es el manejo expectante ante un aborto retenido?
No intervenir quirúrgicamente y dejar al cuerpo trabajar.
¿Y tú? si has pasado por un aborto retenido o espontáneo, si has tenido un legrado o has esperado que tu cuerpo lo resuelva solo, cuéntanos como fue.