Las mañanas, ese momento del día que pone en riesgo cualquier crianza respetuosa o buena relación que tengamos con nuestros hijos.
Corremos, desayunamos mal, gritamos, el reloj, las prisas, los deberes a último momento, la bolsa de gimnasia, desayuno para el cole, que no me metas prisas, que te des prisa, que no llegamos, que… ¿qué más?
No soy un ejemplo de organización, especialmente porque de las mañanas se encarga EL PADRE, pero os quiero dejar mis 4 consejos que nos han ayudado a llevarlo mejor, aunque no tan bien como nos gustaría:
La ropa, dejarla preparada la noche anterior
Esto lo aprendí cuando solo tenía una hija, pero por las mañanas valía por dos. Cada mañana era un sufrimiento elegir la ropa, pelearnos, discutir y salir de casa agotada como si fuera ya de noche. Y de mal humor.
Desde P3 nos poníamos de acuerdo con lo que iba a ponerse al otro día y por suerte así solucionamos un problema gordo. Con Sofía lo hicimos así desde el principio y con ella no he tenido este problema (otros si, este no).
Y si todo falla, mira, que se pongan lo que quieran ¿no? batallitas más importantes tendremos que pelear.
Desayunos cada día
De una mamá del cole aprendimos a hacer bocadillos y congelarlos. Los sacan por la mañana y a la hora del desayuno ya está listo para comer. El problema es que mis hijas tampoco son demasiado de bocadillos, sino de fruta.
Un truco es dejar la fruta lista para llevarse encima de la mesa, y responsabilizarlos a ellos de cogerla antes de irse. Una manzana, un plátano, una mandarina: un frutero en la mesa del desayuno pueden solucionarnos la vida.
No sé como se hace en las casas donde los niños no quieren probar bocado antes de irse, que me consta que son muchos (yo misma de pequeña), porque mis hijas siempre se despiertan con buen apetito.
El clima, que no te arruine los planes
Desde siempre miro el pronóstico del día siguiente para elegir la ropa, así que si necesitamos paraguas y botas de lluvia, mejor tener todo a mano y no estar buscándolo a último momento.
Alarmas para todo
En el móvil tengo alarmas para todo: último minuto en la cama, desayunar, vestirse y salir de casa. Esta última es la más importante porque es la que dice «salir pitando que explota» y tiene que ser realista, aunque la verdad oculta es que tenemos un par de minutos de gracia 😉
Como dice Sara de Mamis y Bebés:
Ellas lo tienen tan controlado que en función de estas alarmas saben si van tarde o pronto. Y yo no tengo que decir nada. El primer día se lo expliqué y les dije como funcionaba la cosa. Cuando iban sonando las alarmas les explicaba si iban bien o mal y si creía que les iba a dar tiempo. Pero no hizo falta. Ellas no querían que llegase la última sin estar preparadas así que se dieron más prisa que nunca.
Darse prisa también es divertido
Especialmente si lo haces en patinete o en bici, dos vehículos que incorporamos a las mañanas. Da igual que haga mal tiempo, a Sofía le encanta ir en su Micro Mini o en la parte de atrás de la bici de su padre.
Incluso en bici llegan antes que en coche, porque estamos a 1km del cole en zona residencial y las velocidades máximas son de 30km (además de que hay que dar una vuelta, aparcar, etc). ¡¡Vehículo hasta la puerta del cole!!
Cuando el padre vio que en bicicleta iban la mar de bien pero que le molestaba un poco el culete de ir sentada en los hierros, me puse a buscar a ver si existía algo para que fuera más cómoda y segura, y lo encontré en Amazon. Es un asiento, con soporte de pies, respaldo y hasta manillar. Nos salvó las mañanas.
El orden de los factores SI altera el resultado
Primero levantarse, después desayunar, acto seguido cepillarse los dientes y recién ahí que se vistan, para evitar las manchas de leche o la típica de dentífrico.
Como dice Martina en su blog No sin mis Hijos:
Si es un niño que tiende a mancharse la ropa cuando come, lo mejor será que desayune en pijama y que luego se vista y asee, para no tener contratiempos de última hora como que se manche con el desayuno y haya que cambiar la ropa.
Relajarnos
Fundamental.
Hasta hace unos años me ponía nerviosa si no salían de casa impecables: bien peinadas, con la ropa combinada, etc, pero la verdad es que me relajé cuando vi que esto era motivo de conflicto. Sinceramente, no son factores importantes y si que lo es el humor con el que salen de casa para afrontar el día. Son niños, no pasa nada por salir despeinados y con la ropa sin combinar.
Insisto, son niños y no van a hacerse fotos para ningún catálogo, van al cole.