Los derechos de los prematuros también hay que hacerlos valer

Gisela me da la oportunidad de explicaros desde su precioso blog un tema que cada vez afecta a más niños y sus familias en el mundo, los derechos de los bebés prematuros.
Antes de entrar en materia, me gustaría explicaros un poco cuando se considera que un bebé nace prematuro y los tipos de prematuros.

Se considera prematuro al bebé nacido antes de cumplir la semana 37 de gestación. Y dentro de este grupo, la OMS clasifica en tres tipos dependiendo de su prematuridad:

– Prematuros extremos: nacidos antes de la semana 28 de gestación
– Muy prematuros: nacidos entre la semana 28 y 32 de gestación
– Prematuros moderados a tardíos: nacidos entre la semana 32 y 37 de gestación

A nivel mundial, se habla de que cada año nacen 15 millones de prematuros, lo que supondría cerca de 1 de cada 10 nacimientos a nivel global.

Si es cierto que a nivel de nuestro país los números no distan demasiado de la alerta de la OMS (las estadísticas sitúan el porcentaje de partos prematuros en España en 1 de cada 13 nacimientos), este porcentaje se está incrementando mucho en los últimos años, llegando a crecer cerca de un 35% en los últimos 20 años.

Gran parte de estos nacimientos se produce de manera espontánea, sin que se sepa qué lo ha causado, pero entre las causas conocidas más comunes, encontramos el aumento de los embarazos múltiples, enfermedades maternas como la diabetes, hipertensión o infecciones, o una simple predisposición genética. Por lo que un buen control asistencial durante el embarazo puede prevenir algunos de los casos que sin él acabarían en un parto prematuro. ¿Pero qué pasa con los bebés prematuros cuando nacen? Pues depende de su edad gestacional, peso, desarrollo y asistencia prenatal que hayan recibido.

Los prematuros extremos son los más vulnerables, ya que aún no han completado su desarrollo intrauterino y por tanto nacen con mayor necesidad asistencial, que se basa en la estabilización térmica, cardio-respiratoria, nutricional y cuidados de la piel. Además de disminuir al máximo la estimulación y el dolor, y por tanto el estrés.

Mientras que un prematuro tardío puede llegar a necesitar sólo control nutricional para asegurar una correcta ganancia de peso y que no tenga hipoglucemias.
Todos estos controles se realizarán en lo que llamamos unidades neonatales, en los centros hospitalarios, supervisados por médicos especialistas y enfermeras, y gracias a ellos se ha conseguido que aumente muchísimo la supervivencia de bebés prematuros.
Pero a parte de dichos cuidados asistenciales, existe lo que se llama el cuidado centrado en la familia.


Generalmente, los bebés nacidos prematuros, por necesidades médicas, no pueden establecer un vínculo inmediato con su madre, llegando al extremo de que muchas madres no pueden ver a sus bebés hasta pasados unos días de su nacimiento, y lo que provoca una gran afectación psicosocial en las familias de estos pequeños valientes.
Imagina que hace unas horas sentías a tu bebé en el vientre y de golpe te encuentras tras una cesárea, sin sentir a tu bebé dentro de ti y sin poder verle ni tocarle porqué está en una sala lejos de tu habitación y a ti te quedan horas, o días, hasta que te permitan levantarte de la cama.

Duro, ¿verdad?
Y ahora imagina que eres un bebé prematuro. Hace unas horas estabas en un lugar confortable, con temperatura constante, ruidos atenuados, luz muy tenue, en el que estabas contenido y te mecían todo el día, y nunca te falta alimento. Y de golpe pasas a un espacio iluminado por focos, que para ti no tiene límites, con un calor diferente, sin un líquido que protege tu piel, oyes voces y pitidos, te pinchan varias veces, o incluso te ponen tubos a través de la nariz.
Más duro aún, ¿a qué sí?

Para poder revertir todo el estrés, ansiedad, miedos y desapego que esta situación produce tanto en el bebé y su familia, y que se ha demostrado que puede llegar a producir secuelas en el neonato a largo plazo, es muy importante que se favorezca reestablecer la relación entre ellos, y eso se consigue permitiendo el contacto durante cuanto más tiempo mejor.
Ese contacto y acompañamiento está recogido como un derecho fundamental de los niños hospitalizados.


La Carta Europea de los Derechos de los Niños y las Niñas Hospitalizados, aprobada por el Parlamento Europeo y publicada en el Diario Oficial de la Comunidad Europea el 13 de mayo de 1986, recoge los siguientes puntos:

– Que no se le hospitalice si puede recibir la atención necesaria en su domicilio o centro de atención primaria.
– Si se requiere su hospitalización, que ésta sea lo más breve posible.
– Derecho a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya durante su permanencia en el hospital, no como espectadores pasivos sino como elementos activos de la vida hospitalaria.
– El derecho de sus padres o persona que los sustituya a recibir todas las informaciones relativas a su bienestar.
– Derecho de sus padres o persona que los sustituya a una recepción adecuada y a su seguimiento psicosocial a cargo de personal con formación especializada.

Así mismo, el Decálogo de los Derechos de los Prematuros de UNICEF, expone:

– Los bebés nacidos de parto prematuro tienen derecho a ser alimentados con leche materna.
El recién nacido prematuro tiene derecho a ser acompañado por su familia todo el tiempo.
Incluso el Ministerio de Sanidad editó y distribuyó en el año 2010, la guía de Recomendaciones basadas en pruebas y buenas prácticas de Cuidados desde el Nacimiento, en el que se dice textualmente:

“Hay algunos estudios que han abordado los beneficios de la implicación de los padres (madre/padre) en el cuidado de sus hijos durante el ingreso:
– Las madres y los padres se sienten mejor y les ayuda a disminuir su grado de ansiedad.
– Mejora el grado de satisfacción de su experiencia en la unidad neonatal.
– Mejora la calidad el vínculo con el niño.
– Beneficia la interacción con el niño

– Facilita la práctica del método canguro que conlleva efectos de mejora en la estabilidad metabólica y hemodinámica del niño, disminución de infecciones, analgesia y disminución del llanto, mejora la tasa de lactancia y su duración, con todas las ventajas que implica y mejora el desarrollo psicomotor y neurosensorial.
– Aporta a las familias, facilidad para cuidar de su hijo no sólo durante el ingreso, sino en su casa mejorando el ambiente familiar.”

“En ningún metanálisis, revisión ni ensayo clínico se han puesto de manifiesto efectos no deseables de la entrada libre de los padres en las Unidades Neonatales. No se ha demostrado ningún incremento en la infección nosocomial, como se pensaba tradicionalmente sino por el contrario una disminución, puesto que al facilitar el paso libre de los padres y el contacto físico con el niño se favorece el método canguro y se alarga la lactancia.”


Vistas estas referencias legales y de recomendaciones sanitarias, la gran pregunta es por qué siguen existiendo protocolos que no permiten el acceso libre de los padres y madres a las unidades neonatales.


¿Por qué el Ministerio de Sanidad y las Consejerías Autonómicas no actúan en pro de los derechos de los bebés prematuros, obligando a las instituciones sanitarias a permitir el acceso libre a los padres y madres de esos bebés?

Mientras las altas instancias no actúen, lo puedes hacer tú.

Los protocolos hospitalarios no son una losa inamovible. Si te encuentras con el hecho de que tu bebé tenga que estar ingresado, y en esa clínica u hospital sólo permiten el acceso cada tres horas y durante media hora, o dos veces al día dentro de un horario estricto, o no os permitan participar de los cuidados de vuestro bebé (realizar método canguro con contacto piel con piel, os ayuden a establecer la lactancia materna, podáis cambiarles y lavarles vosotros), presentaros con estas referencias legales y seguramente se os abran automáticamente las puertas.
Si, aun así, te repiten que el protocolo es el protocolo y que no pueden hacer excepciones, puedes pedir el traslado a un hospital respetuoso o denunciar al centro.
Lo que están haciendo es ilegal y no pueden negarte que estés con tu hijo o hija.
Los bebés prematuros o enfermos tienen sus derechos, y los padres y madres la obligación de velar por ellos.

Belén Doula

http://belendoulabcn.com/doula-online-barcelona/

 

Imágenes de Dits Petits*

*Un precioso proyecto sin ánimo de lucro, de  Mireia Navarro y Victòria Peñafiel, dos fotógrafas que fotografían prematuros en las unidades de neonatología de varios hospitales de Barcelona con el fin de dejar un recuerdo (en ocasiones agridulce) a sus familias.