Hoy se conmemora el Día Internacional de los Niños Prematuros, un día especial que intenta dar visibilidad al 10% de los recién nacidos ,que nacen antes de la semana 37.
Cecilia y su niña son dos luchadoras, pero de las verdaderas, porque ambas se aferraron a la vida y consiguieron salir adelante.
Hoy, tres años después de esos durísimos días, esta orgullosa mamá, nos cuenta en primera persona su experiencia, sus sentimientos y comparte esos sentimientos tan difíciles de explicar.
Hoy es el dia internacional del niño prematuro, el día de esos pequeños grandes luchadores, que no supieron lo que es el calor de una madre, un beso, una caricia y a cambio recibieron pinchazos, pruebas, operaciones y sintieron las caricias del personal sanitario antes que la de sus mamás, de esos pequeños campeones que nada más nacer tuvieron que pelear aferrándose a la vida, de esos seres diminutos llenos de vida. Hoy es el día de todos aquellos bebés que nos dejaron, que decidieron no luchar más y comenzar una travesía hacia el país de los bebés, dónde sólo hay alegría, columpios, fuentes de chocolate y nubes de algodón de azúcar, de aquellos que hoy día libran la batalla para quedarse en los brazos de mamá, de esos brazos y esos besos que son los únicos que calman y reconfortan, de esos pequeños que hoy día son niños y niñas sanos, pequeños seres parlanchines,divertidos y traviesos, de nuestros hijos prematuros.
Soy una de las miles de mamás de niños prematuros, no supe lo que era un prematuro ni conocí el mundo especial del prematuro hasta que tuve a mi hija. Fueron días de tremenda incertidumbre, dolor, miedo, tristeza todo ello mezclado con pequeñas dosis de esperanza y alegría. Recuerdos y sensaciones que sólo una mamá prematura puede entender y perdurarán en el tiempo dentro de mi corazón.
Hoy día casi tres años después siguen vivos dentro de mi, hay momentos en que la veo y lloro de emoción, instantes en que recuerdo el camino y las lágrimas brotan por mis mejillas sin yo darme cuenta, segundos de pánico al recordar de nuevo, pesadillas cada año al faltar una semana para su cumpleaños que no me dejan dormir, el olor a hospital que revuelve las tripas…pero también hay momentos, los más, en que lloro de emoción y alegría al ver la niña sana que tengo a mi lado, al verla bailar, jugar, pintar, comer…verla como monta en bici, corre y salta, el escuchar mami te quiero mucho, el pensar en los pequeños pasos que va dando en la vida y que para un niño “normal” pasan desapercibidos para mi, para vosotras mamis prematuras no pasan, son pequeños grandes pasos que un día ni podíamos imaginar que darían y que para nosotras son el premio de la lucha y la constancia de ellos, nuestros bebés y de nosotras.
Ahora que mi hija ya no corre peligro ni yo tampoco, cuando las heridas están dejando de sangrar y el dolor y las lágrimas están empezando a dejarme disfrutar de la vida, escribo la historia de mi parto, si las lágrimas me lo permiten, claro, me siento con fuerzas y ánimos para ello.
Conocí el foro CN antes de buscar quedarme embarazada, porque mi cabeza se negaba a aceptar la idea de parto que desde pequeños nos “meten” en la cabeza, tanto en casa como por la televisión. Así que comencé a informarme, a leer y leer y descubrí que las mujeres tienen poder de decisión, unos derechos para ella y para su bebe. Conocí a compañeras de viaje maravillosas, amistades que me acompañarán para siempre en este maravilloso viaje de la maternidad.
Al año y pico me quedé embarazada, un bebe deseado y buscado, seguí leyendo e informándome sobre donde podría dar a luz de una manera respetada y lo encontré, ese lugar se llama Hospital de La Inmaculada en Huercal-Overa y solo estaba a 100 km de mi casa.
No tuve vómitos, ni nauseas, ni mareos, ni ningún mal estar tipico del embarazo, engordé en 5 meses 3 kilos, estaba pletórica de felicidad, no podía encontrarme mejor, estaba llena de vida e ilusión, cada movimiento, cada patada de mi hija eran un regalo, le cantaba y le hablaba y contaba las miles de aventuras que ibamos a vivir juntas, mientras acariciba mi barriga con suavidad y dulcura, entraba asu habitación, olía su ropita, la doblaba, la volvía a doblar… Pero un día de repente comencé a hincharme como un globo, de la noche a la mañana mis tobillos, muñecas y cuello desaparecieron, yo lo achaqué a hinchazón de embarazada, ya estaba de 7 meses y es normal en los últimos meses retener más líquidos.
El 27 de noviembre fui a revisión de los 7 meses a mi ginecólogo privado y vió que tenia la tensión alta, asi que medicación y control de tensión 2 veces al día, “no hay que alarmarse, estamos previniendo, si te sube a más de 14/9 te vas al hospital de urgencias” esas fueron sus palabras.
El dia 2 de diciembre 15/9 me voy corriendo al gine, no quiero pecar de novata y que me ingresen y me hagan lo que ellos quieran, la cara de mi gine es un poema, analisis de urgencia, ecografia…mi niña está bien, no ha cogido mucho peso pero la bolsa, liquido y cordon estan bien… resultados de los analisis en una hora: no tengo proteína en la orina, asi que mi gine respira y aumentamos medicación y lo mismo: si vuelve a subir la tensión de urgencias.
El sabado 13 de diciembre 16/9, nos vamos de urgencias… “bueno, me darán algo para bajar la tensión y nos iremos a casa a ver el barsa-madrid”, le decía yo a mi madre, realmente no era consciente del peligro que corría. Nos llaman, tensión alta, analisis de orina y a monitores… la niña está bien, pero aparece un poquito de proteína en la orina, veredicto: nos quedamos ingresadas.
No me lo podía creer, la cara de mi madre desencajada, si todo estaba bien, si llevaba un embarazo maravilloso, si jamás en mi vida habia estado en un hospital… me aumentan medicación y me controlan la tensión varias veces al dia, el personal es maravilloso, me hacen analisis y fatales noticias, la proteina en la orina ha subido y las transaminasas comienzan a subir, el ginecologo me dice que ademas de tener preclampsia severa estoy desarrollando un sindrome llamado Hellp,(hace que te bajen las plaquetas hasta desaparecer, te destroza el higado y te produce trombos) me ponen inyecciones para madurar los pulmones de mi niña, yo no entiendo nada y el me lo hace entender con estas palabras: “tienes una enfermedad gestacional, tu tensión está atacando al bebe, y la unica manera de defenderse que tiene es mediante la placenta, ella trabaja para la niña no para ti, entonces lo que hace para defenderse es segregar unas encimas que te hace daño a ti. Pasado mañana te hago otros analisis, si siguen empeorando te haremos cesarea de urgencia, esto está empezando y no podemos dejar que siga adelante”.
“Madre mia, como se ha complicado todo!!!! pero pensemos en positivo, seguro que mejoro” (soy positiva por naturaleza, de esas personas que se ponene el mundo por montera y en el fondo de mi corazón pensaba que esto solo iba a ser un mal sueño, le hablaba mi niña y le decía que fuera fuerte que aguantara, que aun no era su hora para venir al mundo, no aun no) me decía mi misma.
Esto fue el dia 16 martes por la mañana, por la noche una subida de tension increible 20/8 me bajan a monitores, correas, la niña esta bien, las matronas marvillosas, pacientes y animandome a relajarme, me dan un valium y me pinchan para que me baje la tensión…me quedo adormilada y me vuelven a subir a mi habitación… “Uffff…menos mal…mañana seguro que estoy mejor” me digo a mi misma. Al dia siguiente me levanto con dolor de tripa, muy mareada, diarrea, ganas de vomitar y me pitan los oidos, no me tenía en pie… “sera del valium” pienso, pero al ver que no se me pasa llamamos a la enfermera y me toma la tensión: 22/18. Me asusto. “ponte el camisón y túmbate en la cama que te bajas” me dice la enfermera. (fueron días de tensión y estrés horrible, psicológicamente estaba agotada) A partir de aquí pasaron 10 minutos, a lo máximo 15: monitores, la niña esta bien, analisis de orina y control tensional, los gines, matronas, enfermeras y auxiliares me tratan con una dulcura increible.
Llegan los resultados del análisis: la proteína ha subido. “Te vamos a sacar a la niña, no podemos esperar más” “bien” dije yo “esto acabará pronto, me recuperaré y mi niña ya no sufrirá más” les dije yo, ilusa de mí, no sabía lo que venía. En 5 minutos la habitación se llenó de gente: soy la anestesista me llamo María del Mar, no te preocupes te voy a hacer esto esto y esto, hola bonita soy la auxiliar me llamo (no me acuerdo) te voy a lavar, rasurar y sondar, hola soy la matrona que estará en la cesarea dime sexo del bebe, nombre…hola soy la gine que asistirá el parto, no te preocupes te operará el doctor Lara, asi qeu has tenido mucha suerte eh? Es de lo mejorcito… escucho gritar“sacar a la que hay en quirófano que nos llevamos a la de la 5 de urgencia” esa soy yo pienso…
Cecilia nació el dia 17 de diciembre de 2008 a la 11.15 h, con solo 1 kg de peso, es rubita y tiene las uñas muy largas (buena señal por su calcio), respira por si sola y no precisa de ayuda de respirador, ni medicación…esta sana!!!!! (dentro del peligro de su prematuridad y el bajísimo peso y el sufrimiento de este ultimo mes que no le ha dejado coger el peso que deberia tener para ser un bebe de 7 meses).
Me llevan a la sala de reanimación…pero…que pasa? Y mi niña? Y mi familia? Porque no me suben a la hibtación?… “la niña está bien, es la madre la que esta grave, estamos preocupados, está desarrollando un sindrome llamado Hellp muy muy peligroso” esas fueron las palabras del medico a mi madre. Tememos por su vida. Para resumir, estuve ingresda en UCI, me cuidaron de maravilla, todas las enfermeras, auxiliares y medicos maravillosos, atentos y pacientes, gracias a todos, me ponen transfusiones de sangre y plaquetas, los partes no son nada buenos, me preparan para quirófano y las cara de mi madre es un poema, casi me desangro, el hígado estaba al borde del colapso, los riñones no iban al 100 x 100 y la tensión por las nubes…lo único bueno:”tu niña es preciosa y esta sana, ahora solo piensa en ti que le haces mucha falta a tu hija, ponte buena” me decía mi madre con lágrimas en los ojos.
Jamás pasé tanto miedo, yo, una mujer sana y fuerte al borde la muerte, era inconcevible para mi. Era un snetimiento raro, extraño, que nunca olvidaré, sabía que era madre pero no me sentía como tal.
Al cuarto dia todo mejora el Hellp está desapareciendo lo hemos pillado a tiempo, palabras del medico: ibamos en coche, cuesta abajo y sin frenos…pero no nos hemos estrellado. “En 30 años de experiencia solo he visto 3 casos: uno el higado se deterioró mucho, otro la madre la perdimos y el tercero el de su hija que lo ha superado” le dijo el medico a mi madre.
Y me suben a planta ¡¡¡¡Voy a ver a mi niña!!!!! a partir de aquí poco a poco he ido cogiendo fuerzas, venciendo miles de miedos y luchando por mi hija y por mi.
Desde el primer dia que pude me saque leche con extractor manual (que dolor de pecho ya que no tuve subida, me la provoqué yo al estimularme), incluso en el hospital con las vías y sonda puestas, mi unica misión en este mundo mientras mi bebita no estuviera en mis brazos era que al menos se alimentara de mi leche, ya que sabía el regalo tan grande que le hacia a su salud y que tanto necesitaba. Leche de vida. Me estuve sacando cada dos y tres horas como si ella estuviera en casa incluso estando ella ya en casa seguí el ritmo, a pesar de los consejos de familia y medicos de que lo que me convendría era recuperarme del enorme batacazo que habia sufrido mi cuerpo que bajara el ritmo, que necesitaba descansar y recuperarme, incluso mi ginecologo le dijo a mi madre que no sabia de donde sacaba tanta fuerza para seguir este ritmo depués de lo sufrido…pués seguí…pero de nuevo el cruel destino hizo que tuviera que parar, ya no podía más, mi niña no se agarraba al pecho, y no es porque ella no quisiera al principio, si no por dejadez mía a causa del cansancio, no he tenido fuerzas para ser constante en la lactancia y me culpo por ello, me sientía mal, fatal por no darle a mi niña lo que más le hacía falta…y ya no solo era eso, me siento afortunada de estar viva, de tener a mi hija al lado que es mi mayor tesoro, pero me afloraban sentimientos de culpabilidad por no conseguir la lactancia que tanto deseé, sentimientos de tristeza y resignación por no haber podido tener el parto que tanto estudié y que tantas y tantas veces he repasado en mi memoria paso a paso hasta tener a mi bebe en brazos, por no sentir a mi bebe nada mas nacer, no ver esos ojitos lindos ¿por que yo no? ¿por que todo de golpe? hecho de menos esa sensación de tocarme la barriga y sentir a mi bebe moviéndose, de acariciarla a traves de mi piel, me da pánico que se me olvide lo que sentía ¿no hay manera de guardar en una cajita ese sentimiento y abrirlo de vez en cuando para recordarlo?hecho de menos la ilusión, las ganas de verle la carita, de abrir mil y una vez su armario y saber que el momento se acercaba, de ver mi panza en el espejo cada dia al ducharme y saber que dentro estaba mi niña…y lo peor no se si volveré a sentirlos y si esta vida, mi cabeza y mi salud me dejarán volver a disfrutar de esos momentos…
Mi hija estuvo un mes ingresada, 15 en UCIN y 15 en neonatos, el miedo que sentí en UCI no era equiparable al terror de poder perder a mi hija, fueron días de agotamiento extremo, pendiente del móvil, de no dormir, de informarme, de leer, los partes de los pediatras, aguantando la respiración hasta que decían las palabras mágicas: Hoy está bien, mañana no sabemos.Verla en su cunita de cristal, llena de cables,los pitidos de las máquinas (los tengo clavados en la cabeza) con su extrema delgadez, pero tan preciosa, tan llena de vida, con sus ojos azules como el cielo…mi hija, mi pequeña luchadora, dura y fuerte como un roble, de nuevo salió airosa de este bache que el destino la puso en el camino. Su llegada al mundo no fue fácil ni sin problemas, no supo lo que era el calor de una madre nada más nacer, un beso, una caricia…tan injusto para ella. Hoy en día es una niña maravillosa, sana y fuerte, llena de sonrisas para todo el mundo. Hoy puedo decir que es un bebé sano y feliz, y solo deseo que siga así por lo menos 200 años más.
Caprichosa naturaleza, tu le das la vida llena de ilusión y ella tan diminuta te la va quitando poco a poco.
Recuerdo mi cesarea con cariño, respetada, no ha sido el parto deseado pero si el necesario y el más afortunado y gracias a todo lo que aprendí en ese foro y todo lo que he leído sabía lo que me estaban haciendo en cada momento. La información nunca es demasiada. Tambien quiero decir que después de lo que he vivido , me queda por vivir y viví cada día en la UCI , si estoy a favor del parto respetado y no medicalizado, pero siempre con ayuda cerca, minutos salvan vidas y al final lo importante es la vida tanto de nuestros bebes como la nuestra.
Sigo buscando respuestas, sigo preguntándome por que?, por que a mi… he dado un paso grande, ya no me lamo las heridas e intento hacerlas frente, el dolor sigue ahí, no creo que nunca se vaya, pero si calme. No soy muy creyente, pero rezo cada día para que encuentren la vacuna, la pastilla mágica que haga que nunca vuelva a apercer este dichoso síndrome en mi. Esta experiencia y la que me siguió, han hecho que me encierre en mi, he estado hundida, como muerta, sin ilusión, ni esperanza, pero ahora comienzo a volver a vivir, a ser yo, pasito a pasito, pero firmes, vuelvo a ser postiva, al menos lo intento, estoy comenzando a romper barreras y superar miedos.
Agradecer a mi madre todo su apoyo y amor incondiconal, por ser mi pilar, mi mano izquierda y mano derecha, lo ha pasado fatal pero su recompensa esta a su lado: mi pingo y yo. Sin ella, sin sus palabras, sin sus miradas y sin sus caricias no lo habríamos conseguido.
A todo el personal del Hospital Torrecardenas de Almeria, se han portado maravillosamente conmigo, solo tengo palabaras de agradeciemiento hacia ellos. Unos grandes profesionales y mejores personas. Decir que en el Hospital supieron desde el primer momento como tratarme y sabían que se enfrentaban a preclampsia y posible hellp y así fue, en todo momento estuve controladísima e informada de todo, pruebas, diagnósticos… estuvieron preparados para lo que sucedió al final. Agradecida eternamente.
A mis amigos de Madrid por su apoyo constante dia a dia, por estar cerca en la distancia. Por llorar en silencio por mi y por mi hija y por reir y alegrarse con nuestros avances. Vane, Hector, Yvonne, Raúl, Susa…por quererla más que yo no, pero casi. Que afortunada es de teneros como tíos.
A mis mamis de Almería que somos una piña. Todas para una y una para todas.
A mi amiga especial de CN por estar pendiente siempre de mi, no nos conocemos pero sabemos que nos tenemos la una a la otra, que fue mami en mayo, una mami maravillosa.
A mis mamis de febrero por su preocupación, por pensar antes en mi y en mi bebe antes que en ellas.
A mis buscadoras porque cuando falta una palmadita en la espalda y una palabra de animo todas se vuelcan dejando atrás sus sentimeintos y haciendo de tripas corazón. Deseo que pronto encuentren su positivo, porque madres ya lo son de corazón.
Gracias a mi hija, por ser el mas preciado y valioso regalo de mi vida, por el amor incondicional que ha despertado en mi, más grande que el cielo y mas ancho que el mar. La vida es es maravillosa a su lado y el futuro nos depara miles de aventuras que viviremos juntas. Cada vez que veo su carita… todo ha merecido la pena.
Han pasado casi tres años de todo esto y sigue latiendo con la misma intensidad dentro de mi. Han pasado casi tres maravillosos años y en este tiempo se han sumado grandes personas a la vida de Ceci y a mi vida, llenándola y aportando aventuras y experiencias, amándola y queriéndola como la gran personita que es, ampliando su abanico de amor y su familia. Sin todos vosotros estos tres años no hubieran sido así de increibles.
Gracias en su nombre y en el mío propio:
A todos los trilocos, Pablo, Nuria, Domingo, Bea, Montse y Presi, a todos y cada uno de vosotros por acogerla, quererla y enseñarle el verdadero sentido de la amistad. Por brindarle un mundo sano y hacerle “socia” de ese pequeño pero gran club.
A las niñas copysur, por preocuparos de ella en cada momento y achucharla y abrazarla cada ve que la veís.
A mi admirada trimami, Belén, por tu cariño, tu consuelo y tus sabios consejos.
A mis madres prematuras, por vuestro apoyo incondiconal, por vuestro cariño y sabiduría, porque en la distancia se puede sentir una apoyada y querida. Sois las más grandes.
Gracias a ti y a tu niña, sóis dos ejemplos a seguir!
Más información : APREM